Detrás del aspecto visual de todo videojuego existe todo un trabajo que no se ve pero que resulta indispensable para que el videojuego funcione y sea un éxito: La programación.
Los programadores son los encargados de enseñar a caminar a un jugador, hacer que salte y corra y que varios jugadores puedan interactuar entre ellos en un mundo multijugador.
También se encargan de definir y establecer los límites del juego y todas las posibilidades que este pueda tener creando herramientas para que el resto del equipo de un estudio de videojuegos pueda construir niveles y juegos de la forma más rápida y fácil posible.
Un programador, además, traduce el diseño de un videojuego a un lenguaje de programación para que pueda
reproducirse en diferentes dispositivos y plataformas.